La medicina china es holística, todo está conectado, todo influye.
Hay gente que en verano tiene mucha energía y está a gusto pero, cuando llega el invierno, siente aversión al frío y, por mucha ropa que se ponga, esta no le abriga lo suficiente. O gente que, cuando llega el verano, no soporta el calor. Es por eso que, en medicina china, las estaciones del año también son importantes, tanto que incluso se distinguen cinco características energéticas en base a estas.
Por ejemplo, en medicina china, se considera que la primavera es la estación del renacer y la expansión y se relaciona con la madera, el verano es la del máximo esplendor y maduración y se relaciona con el fuego , el otoño es la del cambio y la purificación y se relaciona con el metal, y el invierno se relaciona con el descanso y el recogimiento y se relaciona con el agua. Pero he dicho cinco energías, ¿no? Me falta una, la de transición, que se relaciona con la tierra y que no tiene una estación propia (algunos la relacionan con el final del verano).
En clase, antes de empezar a hablar del tema que acabo de mencionar, el profesor nos preguntó qué planta querríamos ser en primavera. Dije que querría ser un tulipán anunciando la llegada del buen tiempo, por ejemplo.
Y en verano, ¿qué planta querríamos ser? Yo contesté que sería un tulipán marchito por el calor, porque pensaba que no podía escoger otra cosa, pero otra alumna comentó que en verano quería ser una higuera, a pesar de que antes dijo que era una margarita.
Mientras la otra alumna cambiaba según la estación a lo que realmente quería ser, yo no había cambiado, pensaba que no podía escoger otra cosa.
Si en nuestra vida estamos cambiando constantemente, ¿quién nos dice que sigamos siendo esa flor bella, pero frágil, y que no podemos convertirnos en un árbol fuerte y sano? Si una semilla no sabe lo que es, podrá ser cualquier cosa, pero si sabe que va a convertirse en un bonsái, por ejemplo, pensará que no va a crecer más, se verá limitada. Desde muy pequeños nos condiciona nuestro alrededor, vamos aprendiendo en base a nuestras experiencias, a las opiniones de los demás, y eso, a veces, nos limita hasta un punto en el que nos sentimos pequeños y pensamos que no podemos crecer más. Nuestras barreras mentales pueden superar nuestras barreras físicas.
Por eso, cuando hablamos de las plantas y de los cambios de estación, no pude evitar pensar en la importancia que tiene el entorno, cómo procesamos la información, y todo lo que podemos conseguir si nos escuchamos.
“Si no sabemos lo que somos, mejor, porque podemos ser cualquier cosa”
Independientemente de que me pica la curiosidad por algo desconocido para mi, me ha llamado la atención un poco el toque, con pedón, filosófico
Suerte
Gracias Félix. En las clases, a veces dejamos un poco de lado la teoría para abordar preguntas como estas o escuchar historias que nos cuenta el profesor. Espero que la mezcla te haya gustado 🙂
Un abrazo
Que bonita reflexión.. según te leía yo he elegido unas margaritas especiales de la zona, (se llaman margaritas del cabo), son las que anuncian la primavera aquí. Para verano me ha venido totalmente la imagen de una buganvilla. <3 Curiosa la reflexión.
Muy sabia la medicina china, me gusta leerte. Gracias Lia! Un besote!
¡Gracias, cariño!
Pensé en ti cuando escribía esta entrada, en lo mucho que conoces y admiras las plantas. Y me alegro de que tuvieras una imagen distinta según la estación, que creces y te transformas según lo que realmente quieres ser.
Un abrazo enorme