¡Hola! Como en la anterior entrada hablé un poco sobre la importancia de los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua) y su relación con las estaciones, hoy había pensado escribir sobre la teoría del Yin y Yang.
Creo que todos hemos visto la famosa imagen que pongo aquí debajo, pero yo me pregunto… Cuando la veíais, ¿en qué pensabais? Yo siempre la había asociado al equilibrio, a que todo lo malo tiene algo de bueno, y al revés, pero cuando empecé a estudiar medicina china vi que tenía otros significados…
Antes de nada, he pensado poner los caracteres porque son una representación muy visual de lo que significan.
阴 – 阳
Si os fijáis, en ellos aparece una especie de “B” y, al lado del primero a la izquierda, que es el carácter de Yin, pone luna (月), y en el de la derecha, en el carácter de Yang, pone sol (日). Como estos caracteres bien indican, el Yin representa a la luna, a la noche, al frío, a la oscuridad, a la no acción, etc. Mientras que el Yang hace referencia al sol, al día, al calor, a la luz, a la acción, etc.
Como no he encontrado ninguna imagen con la evolución de estos caracteres que no tuviera derechos de autor, me he tomado la libertad de dibujarla e incluirla a continuación. No es que haya quedado muy bien, pero lo he intentado para que se pueda captar cómo han llegado a tener esta forma.
Estos principios de dualidad, de Yin y Yang, se complementan el uno con el otro (en esto sí que iba por buen camino antes de estudiar todo esto) y están muy presentes en la medicina china por su relación con nuestro organismo. ¿Por qué? Porque lo adecuado es que nuestro cuerpo esté en armonía, que tenga Yin y Yang y que esté en equilibrio. A veces nos pegamos un atracón de comidas que están calientes y se nos pone la cara roja y nos encontramos mal, otras nos tomamos refrescos y helados y nos duele la cabeza y el estómago… En esos momentos es, por ejemplo, cuando pensamos en este Yin y Yang asociado al cuerpo.
Para comprender mejor los conceptos, nuestro profesor siempre busca ejemplos para que podamos ver, sentir y entender mejor lo que nos enseña. Aquí os pongo uno:
“Estamos en un bosque, en mitad de la noche. No podemos ver nada, ni un ápice de luz asoma entre las ramas de los árboles (Yin). Hace frío y sentimos la humedad pegada al cuerpo (Yin). ¿Qué hacemos? (unos dicen que seguirían caminando (Yang), que escucharían al bosque… Pero no se oye nada).
Tú, ¿qué harías?
Yo tendría miedo, me pararía (Yin). Con el tiempo, al acostumbrarme a la oscuridad, volvería a emprender la marcha (Yang). Mis ojos se acostumbrarían, vería poco a poco las siluetas y avanzaría por el bosque. Puede que me caiga, que me vuelva a asustar y a quedar paralizado (Yin), pero eso no importaría siempre y cuando siguiera avanzando, poco a poco, por el camino”.
Esto nos muestra la dualidad entre la noche y el día, el frío y el calor, la inacción y la acción, el Yin y el Yang. También nos habla de cómo nuestro cuerpo puede paralizarse en situaciones en las que tenemos miedo.
En medicina china, si nos quedamos mucho tiempo sumidos en el miedo, esto se acaba reflejando en el cuerpo de otras formas. Por eso, es importante “salir de ahí”, pasar a la acción y superar esa sensación de miedo, para avanzar en el camino y encontrarnos mejor. Lo malo no es que nos invada el miedo, sino quedarnos en él. No nos debemos quedar en ninguno de los dos extremos, ni quietos ni siempre corriendo, ni en Yin ni en Yang, sino intentar mantener en armonía a nuestro cuerpo, trabajar y avanzar cuando sea necesario, y descansar cuando nos lo pide.
Realmente interesenate y muy bien explicado.
Gracias
¡Muchas gracias a ti! Me alegro de que te haya parecido interesante 🙂
Un abrazo